viernes, 6 de mayo de 2011

DIVERSIDAD HUMANA Y “RAZA”


Enfoque científico tradicional de la diversidad biológica humana:
1.    Clasificación racial (rechazado)
2.    Explicativo (actual) se centra en la comprensión de las diferencias específicas.
Las diferencias biológicas existen y todos las podemos apreciar: intentar explicar esta diversidad, en lugar de encasillar a la humanidad en categorías distintas llamadas razas.
Raza: biológicamente es una subdivisión de una especie geográficamente aislada, que podría cruzarse con otras subespecies pero no lo hace debido a su aislamiento. Algunos biólogos usan la palabras “cruces”, sin embargo, esto parece dar idea  de estar hablando de animales o de profesores de antropología, y además las poblaciones humanas no han estado suficientemente aisladas entre sí para desarrollarse como razas separadas.
Los cambios graduales que se observan se llaman clinas.
Razón principal por la que se rechaza la clasificación racial en biología: los científicos tienen problemas en agrupar a pueblos específicos en unidades raciales aisladas y distintas.
El fenotipo son los rasgos evidentes de un organismo, su “biología manifiesta”: anatomía y fisiología. (color de la piel, colores de ojos, forma e cabello, tipo de sangre, etc.). El enfoque fenotípico: problemas è rasgos a considerar, circunstancias para las definiciones, si por la altura, por el peso, etc. Los científicos europeos dieron prioridad al color de la piel: se les ha atribuido un valor cultural arbitrario con fines discriminatorios. La variación genética, por ejemplo, no era directamente observable y no se utilizó culturalmente.

Las razas no son biológicamente distintas

Hay objeciones suficientemente claras para no basar en los rasgos físicos determinados la clasificación racial.
Kottak se siente con urticaria hablando de estos temas, se ve que no quiere tratarlos por resultarles demasiado incómodos. Se pregunta si sería mejor basar las clasificaciones raciales por medio de una combinación de rasgos físicos, y conviene en que evitaría algunos problemas pero surgirían otros nuevos: el color de la piel los rasgos faciales, la estatura, la forma del cráneo, no conforman una unidad. Y pone una final objeción a la clasificación racial por el fenotipo: las característica fenotípicas en las que se basan las razas reflejan supuestamente el material genético compartido que se ha mantenido igual durante largos periodos de tiempo. Pero las similitudes y diferencias fenotípicas no tienen necesariamente una base genética. (Cambios de entorno, pueden variar fenotipos de una población entera sin que se de cambio genético, y los cambios en la altura y peso, debido a las dietas, nada tienen que ver con la raza ni con la genética).

Explicando el color de la piel

Kottak continua en sus trece manteniendo que este momento no es posible definir razas biológicamente. Cambia ahora de la clasificación a la explicación, en la que la selección natural juega un papel clave. Menciona y describe brevemente la teoría de la selección natural expuesta por Darwin para entrar en la explicación científica del color de la piel, como rasgo biológico complejo influido por varios genes (no se sabe cuántos.
La melanina como sustancia química que producen las células de la epidermis: la persona de piel oscura produce granos de melanina mayores y más abundantes que las personas de piel clara. Al hacer de pantalla frente a la radiación solar, la melanina protege a las personas de una serie de enfermedades (quemaduras solares y cáncer de piel). Estos tipos vivían antes en los trópicos. Por el contrario en América, las poblaciones tropicales no tiene la piel muy oscura è se debe a que se establecieron asiáticos de piel clara, antepasados de los nativos americanos, en épocas relativamente recientes (20.000 años). En los trópicos, con radiaciones solares internas, los humanos sin protección se enfrentan a quemaduras solares severas que pueden aumentar la susceptibilidad de enfermar è desventaja selectiva frente a personas de piel clara. Otra desventaja del pálido en el trópico, es la más que segura propensión al cáncer de piel.  También hay un cuarto factor: la vitamina D: la radiación ultravioleta es estimulante de la producción de vitamina D por el cuerpo humano. El cuerpo no arropado puede sintetizar la Vitamina D directamente a partir de la luz del sol, en un entorno nublado, la vestimenta bloquea la producción e vitamina D. Su escasez afecta a la absorción de calcio en los intestinos y puede desarrollarse el raquitismo: causa del reblandecimiento y deformación de los huesos. El color claro de la piel, en los inviernos nórdicos, maximiza la absorción de radiación ultravioleta por las escasas partes del cuerpo que quedan directamente expuestas a la luz solar. è Selección contra el color oscuro de la piel.
Considerando la producción de vitamina D, la piel clara resulta ventajosa en el norte nuboso, pero resulta desventajosa en los trópicos soleados. (Loomis). En los trópicos, la melanina protege de una sobreproducción de vitamina D è hipervitaminosis D, mortal por la aparición de depósitos de calcio en los tejidos blandos corporales que pueden llevar a un fallo en los riñones. Cálculos, problemas en las articulaciones y problemas circulatorios, son otros síntomas de esta enfermedad.
Sólo son posibles las construcciones culturales de la raza.
Wagley: Razas sociales (grupos que se asume tienen una base biológica pero realmente definidos de forma culturalmente arbitraria más que científica.

Hipofiliación: raza en los EE.UU.

Kottak explica esta característica en los estudios de las razas en los EE.UU.
Se llama hipofiliación ( también lo ha estudiado Harris) porque sitúa automáticamente a los hijos de una unión entre miembros de grupos diferentes en el grupo minoritario. Divide a la sociedad norteamericana en grupos que han tenido una posición desigual en su acceso a la riqueza, el poder y el prestigio.
Millones de norteamericanos se han enfrentado a la discriminación debido a que uno de sus antepasados resultó pertenecer a un grupo minoritario.
La regla de hipofiliación afecta a negros, asiáticos, nativos norteamericanos e hispanos de forma diferente. Es más fácil negociar una identidad india o hispana que una negra.
Para ser considerado “nativo norteamericano” puede ser suficiente con tener un antepasado entre ocho (bisabuelo) o entre cuatro (abuelos). El hijo de un hispano puede reclamar su identidad hispana. Muchos americanos con un abuelo indio se consideran “blancos” y no reclaman un status de grupo minoritario.
Asume también que todos los asiáticos son iguales. La hipofiliación gobierna la adscripción étnica en los EEUU y canaliza la discriminación contra la descendencia de uniones mixtas, que tiene asignado un status de minoría.

Identidad interracial, birracial y multirracial

La clasificación racial dice Kottak es un asunto político en EEUU; implica acceso a recursos, como empleos, distritos electorales y programas de subvenciones federales destinados a minorías. La regla de la hipofiliación tiene como resultado que todo el crecimiento de la población se atribuye a la categoría de minoría, las cuales temen que su influencia política disminuya si disminuyen en número. Aunque, según Kottak, las cosas están cambiando.
A medida que crece el número de norteamericanos con progenitores mixtos (racialmente), son más y más las personas que se enfrentan a cuestiones de identificación e identidad. Los asiáticos y los hispanos tienen las tasas más altas de intercambio matrimonial con blancos.

No es de los nuestros: raza en Japón.

Japón no es entidad uniforme, dialectos ininteligibles mutuamente, 10% de la población nacional son minorías de diversos tipos, aborígenes de Okinawa, ainu, proscritos burakumin, inmigrantes, coreanos etc.
Los europeos u norteamericanos tienden a ver a los japoneses y coreanos como similares, pero los japoneses enfatizan la diferencia entre ellos y los coreanos. Existe lo que denomina Roberston el racismo intrínseco: la creencia de que una diferencia racial percibida es una razón suficiente para valorar a una persona menos que a otra.
En Japón, el grupo valorado más positivamente es la mayoría japonesa “pura”, de quienes se cree que comparten “la misma sangre”. También funciona algo parecido a la hipofiliación (menos precisa que en EEUU): los hijos de matrimonios mixtos entre japoneses mayoritarios y otros pueden no obtener la misma etiqueta “racial” que el progenitor mayoritario, pero está además estigmatizados por su ascendencia no – japonesa (De Vos y Wagatsuma)
La raza se construye culturalmente en Japón è se definen a sí mismos por oposición a otros. Los aspectos fenotípicos (el olor corporal), se consideran parte del ser racialmente diferente por oposición. Estereotipan a sus minorías con rasgos psicológicos y conductuales (coreanos = fracasados, propensos a delinquir, obreros; opuestos a japoneses = armoniosos, trabajadores de clase media).
El que no es de los nuestros  debe permanecer como tal: la asimilación no suele fomentarse; la segregación residencial y los tabúes sobre el matrimonio interracial, funcionan para mantener a las minorías en “su sitio”.  Para dar homogeneidad se espera que las personas que se naturalizan como ciudadanos japoneses se pongan nombres que suenen a japonés.
En su construcción de la raza, la cultura japonesa considera que ciertos grupos étnicos tiene una base biológica. (Ejemplo de los burakumin: grupo estigmatizado de 4 millones de proscritos, física y genéticamente indistinguibles del resto de los japonecios. Los de la mayoría tratan de mantener puro su linaje evitando mezclarse. Los burakumin están segregados residencialmente en barrios (buraku). Los profesores y la mayoría de los niños suelen negarse a comer con ellos porque les consideran poco limpios.
Cuando solicitan su admisión en la universidad o un trabajo y cuando tratan con la administración, los japonecios tienen que facilitar la dirección de su domicilio è registro familiar o de residencia. Los mayoritarios, limitan la mezcla “racial” contratando mediadores matrimoniales para comprobar las historias familiares de los posibles cónyuges.
Las cuatro categorías que ocupaban la cima de la escala social eran guerreros administradores ( samurai), agricultores, artesanos y comerciantes. Los antepasados de los burakumin estaban por debajo de estas jerarquías (proscritos que se encargaban de los trabajos sucios, como el sacrificio de animales o hacerse cargo de los muertos).
Hoy la mayor parte de la discriminación contra los burakumin es de facto más que de jure. Discriminación actitudinal e institucional, muy parecida a la de los negros de EEUU. Es todavía una norma en las empresas.
En contraste con los burakumin (ciudadanos japoneses) la mayoría de los coreanos japoneses (no son ciudadanos japoneses), constituyen una de las minorías más numerosas del país. Continúan en tanto que extranjeros residentes en Japón, enfrentándose a una discriminación en la educación y el empleo. Carecen de seguridad social y empleos gubernamentales. Comenzaron a llegar tras la conquista de Coreo por Japón en 1910 y su sometimiento hasta 1945. Hacia 1952 la mayoría de coreanos japoneses habían sido repatriados a una Corea dividida. A los que se quedaron en Japón, se les negó la ciudadanía japonesa. Al contrario que la mayoría de los países, Japón no otorga la ciudadanía de modo automático a las personas nacidas allí. Uno puede convertirse en japonés teniendo un progenitor nacido en Japón y viviendo allí durante tres años consecutivos. La mayor parte de los coreanos japoneses cumplen con los requisitos para obtener la ciudadanía japonesa, pero prefieren no solicitarla debido a la política japonesa de asimilación forzosa. Cualquiera que se naturalice recibe fuertes presiones para tomar un nombre japonés.

Fenotipo y fluidez: raza en Brasil

Brasil tiene categorías menos excluyentes que permiten a los individuos cambiar su clasificación racial. Comparte con EEUU una historia de esclavismo, pero carece de la regla de la hipofiliación. Tampoco se da una aversión racial del tipo encontrado en Japón. Las contribuciones de los africanos a la cultura brasileña han sido tan grandes como en el caso de la cultura norteamericana.
Sistema de clasificación brasileño: contrasta con EEUU y Japón.
1.    Utilizan muchas más etiquetas raciales que norteamericanos y japoneses.
2.    La identidad racial es más flexible, se trata más bien de un status adquirido. Presta atención a fenotipo: que junto a la etiqueta racial puede cambiar debido a factores medioambientales como los bronceadores y rayos del sol.
3.    Por razones históricas, los brasileños de piel más oscura tienden a ser más pobres que los de piel más clara. Alguien que tenga la piel clara y sea pobre será percibido y clasificado como más oscuro que una persona de color que sea rica. El término racial aplicado a una persona rica que tenga la piel oscura tenderá a “aclarar” el color de su piel, lo que da lugar a la expresión brasileña “el dinero blanquea”.
4.    Debido a la hipofiliación, la identidad racial en EEUU es un status adscrito, independientemente del fenotipo o del status económico: en Brasil es ausencia de hipofiliación, esto lo demuestra el hecho de que los hermanos biológicos pueden pertenecer a razas diferentes (si su fenotipo es diferente).
Los sistemas raciales norteamericano y japonés son creaciones de culturas particulares, más que descripciones científicas de diferencias biológicas humanas.
La clasificación racial brasileña es también una construcción cultural, pero los brasileños han desarrollado una forma de describir la diversidad biológica humana que es más detallada, fluida y flexible que los sistemas utilizados en otras culturas.
Brasil carece de la aversión racial japonesa y también de una regla de filiación (status racial en los EEUU).
La regla de hipofiliación ayuda a entender por qué las poblaciones etiquetadas “negra” e “india” crecen en los EEU, mientras que disminuyen en Brasil. La cultura norteamericana sitúa a todos los niños “mixtos” en la categoría minoritaria, que por tanto recibe todo el incremento de población resultante. Por el contrario, Brasil atribuye categorías intermedias a los descendientes de matrimonios mixtos, haciendo uso de un conjunto más amplio de etiquetas raciales.
Durante siglos, EEUU y Brasil han tenido poblaciones mixtas. Han construido de forma diferente los resultados de esta mezcla. Las razones históricas para el contraste yacen principalmente en las características diferentes de los colonizadores de los dos países.
La mayoría de los primeros colonizadores ingleses de los EEUU fueron mujeres y hombres y familias, mientras que los de Brasil, fueron comerciantes y aventureros. Muchos de estos portugueses se casaron con mujeres nativas de América y reconocieron a sus hijos “racialmente mixtos” como herederos. Al igual que en el caso norteamericano, los propietarios brasileños de plantaciones tuvieron relaciones sexuales con sus esclavos. Pero los brasileños liberaron frecuentemente a los niños nacidos de estas relaciones (razones demográficas y económicas).
Los descendientes liberados se convirtieron en capataces y vigilantes de la plantación y cubrieron muchas posiciones intermedias en la emergente economía brasileña.
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Del Cap. 5 del libro de Kottack "Antropología social y cultural"

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